lunes, octubre 23, 2006

Un diccionario explica el hablar cotidiano de los argentinos

Con el nuevo Diccionario del Habla de los Argentinos en la mano, cualquier extranjero podrá entender cuando su interlocutor argentino le cuente que reaccionó como un "chabón" muy "taura" y que se puso "chapita" porque un "cana" —que además era "agreta"— le quiso hacer un "alcotest" a la salida de un "telo". Tardará un poco más, pero a vuelta de página también entenderá que su amigo "chapeó" ser secretario de un ministro y, "chocho", se tomó el "espiante" en su "albóndiga" antes de "zarparse" y que el "turro" le hiciera la "boleta".

Con 1.500 nuevas palabras, el 46 por ciento más que en la primera edición de 2003, ya está lista la nueva versión del Diccionario del Habla de los Argentinos (DiHA). Tendrá unos 4.800 vocablos y saldrá a la venta antes de julio próximo.

El presidente de la Academia Argentina de Letras, Pedro Luis Barcia, comparó el trabajo con la gaucha tarea de arrear animales. Y en el recuento de tal arreo el DiHA incluye sólo los lunfardismos cuyo uso se ha extendido por todo el país y ya constituyen argentinismos.

"Siempre hay baguales que no se avienen al recuento y disparan por la loma", comentó Barcia con ironía. En el trabajo lexicográfico, el Departamento de Investigaciones Lingüísticas y Filológicas de la Academia prepara una primera redacción de los artículos. Todo pasa después a la "Comisión del Habla de los Argentinos", presidida por Barcia y constituida por académicos de las provincias. "Allí se discuten los artículos, ampliando la consideración federalista", explicó Barcia. Cada argentinismo va acompañado por citas de escritores como Julio Cortázar o medios como Clarín.

Vocablos como bostero, birra, arancelar, arancelamiento, patovica, morfón, mishiadura, malaria (por una racha de mala suerte), lipoaspiración, joya (por "muy bien"), jovato, granizado, grela, refucilo, yugar o globo por mentira, entran así por la puerta grande a un texto académico.

En su primera edición, el diccionario incluyó 3.280 vocablos y unas 6.500 acepciones. A ellas se sumarán en la próxima edición los 1.500 vocablos nuevos, junto a otros 2342 que ya tenían la marca "Argentina" en el Diccionario de la Lengua Española.

El diccionario también agrega otras palabras de uso cotidiano, como joda, ventiluz, vagoneta, salidera, arrebatar, arrugar, boludeo, carrito, cola, cuiqui, galeto, enripiar, panchería, falluto, filtrado, por cansado, o abrojo, para referirse a un cierre de velcro.

Barcia explicó que "no se trata de un diccionario total del uso del español en la Argentina, porque hemos excluido de él los vocablos de acepción común a partir de lo registrado en Diccionario de la Lengua Española. Registramos lo que el Diccionario de la Lengua Española define como locución, giro o modo de hablar propio de los argentinos".

En cuanto a las regiones del país también se podrán leer palabras regionales, como pichado (disgustado), argelado (enojado, de mal carácter) o guaina, propias del Noreste. U otras del Noroeste, como guatear (asar con cuero) o acullico (bola de hojas de coca en la boca).

Echando mano al nuevo texto, el foráneo podrá entender por qué a alguien de izquierda le dicen zurdo o cual es el significado de chamuyar, camelear, calzar un golpe o versear, además de aprender cuándo incrustar en una conversación los vocablos transa, justiniano, lambeculo, recova, recupero, salvataje, bailanta, bobo, encarajinar y garpar.

La academia decidió incorporar términos vinculados al sexo y aprobó el ingreso de acabar, para la acción de alcanzar el orgasmo, y bufarrón en el caso del varón que sodomiza a otro. A ellas les agregó fato en el caso del amorío ocasional y clandestino, gato por "prostituta fina", y yiro por la prostituta callejera.

Sin embargo, todavía no aceptó el verbo más popular —y vulgar— que indica la realización del acto sexual y que despierta sonrisas cuando un español comenta de su deseo de "coger un taxi", una manzana o un abrigo.

El DiHA junto al resto de los vocablos usados en los países hispanoamericanos volcará su caudal en el primer Diccionario Académico de Americanismos (DAA) que, con 100.000 palabras y casi medio millón de acepciones o significados, se editará en 2008, tal como anticipó Clarín.

Barcia dijo que cuando la Asociación de Academias de la Lengua Española digitalice los diccionarios nacionales "se advertirá cómo se resiente el ingenuo sentido de propiedad lingüística nacional. Sólo ahí serán acotados los usos nacionales del léxico y, con ello, un Diccionario de argentinismos neto".

Patricio Downes / Diario Clarin - Argentina 2005

No hay comentarios.: